Esta etapa comienza a la edad en la que un criador responsable puede empezar a pensar ya en entregar al gatito a su nuevo dueño: las 12 semanas. Nunca debemos forzar al gatito a abandonar a su madre antes de los 3 meses, porque hasta ese momento no ha adquirido la independencia y socialización necesarias para integrarse en una nueva familia, humana y/o felina. Personalmente, preferimos que el gatito no se vaya a su nueva casa antes de las 14-16 semanas.
También a las 12 semanas será cuando reciba la primera dosis de vacuna Trivalente, según nuestro protocolo de vacunación. Recordemos que, aproximadamente una semana antes de las vacunaciones, el gatito (al igual que el gato adulto) deberá ser desparasitado; recomendamos ya a los tres meses una primera dosis de Drontal (Bayer) o de Milbemax (Novartis), efectivos ambos incluso contra tenias, aunque cualquier otro producto vermífugo (Canex, Flubenol, Thelmin, etc) será aceptable.
Por lo tanto, es a los tres meses cuando el gatito dejará el que hasta entonces ha sido su único hogar para conocer otro mundo, otra casa, otros humanos y, probablemente, también otros gatos o incluso perros, hurones, cobayas, canarios, loros, peces... un nuevo universo que implicará un rápido proceso de adaptación.
Es en este apartado, y en los siguientes, donde aprovecharemos para proporcionar al nuevo dueño de nuestro gatito una serie de consejos que les ayudarán a ambos a conseguir esa adaptación mutua.