La convivencia en la relación de perros y gatos


Si ya de por si es difícil la convivencia en algunas ocasiones entre nuestras mascotas y el resto de miembros de la familia, el juntar a un perro y un gato en un mismo hogar puede llegar a ser toda una obra de ingeniería social y un auténtico quebradero de cabezas. Sin embargo no por ello debemos desfallecer y pensar que el famoso dicho de "llevarse como el perro y el gato" atienda a la realidad, ya que podemos seguir una serie de consejos para mejorar y fomentar esta convivencia en un mar de armonía.

Para entender por que en ocasiones la relación entre perros y gatos es de priori difícil, debemos entender la carga genética que arrastran consigo nuestros peludos amigos. Ambos son de por si depredadores aunque sean dóciles, siendo algo que podemos observar en el día a día y en casi cualquier situación. Ya sea jugando con ellos, paseando o simplemente pasando una tarde de domingo tranquila en casa, siempre estarán alerta y pendientes de cualquier detalle que ocurre a su alrededor, estando siempre dispuestos a lanzarse sobre un juguete, un pequeño ratón u otros animales de su entorno.

Sabiendo estos conceptos previos y ya decidido que vamos a tener junto a nosotros ambas especies en un mismo hábitat, es importante saber que lo ideal es que esta relación entre ellos se fomente desde su infancia más tierna, ya que lo ideal es que se acostumbren el uno a otro lo antes posible. Siendo cachorros son más propensos a mejorar su aptitud y aprender aquello que podrán hacer o no en nuestra casa. El conocerse, el olerse el uno al otro y lo que es más importante, el darse cuenta de que no son una amenaza entre ellos, es el objetivo primordial para llegar a buen puerto. Aunque partan con esos instintos depredadores, de pequeños se acostumbran el uno al otro y se dan cuenta de que la convivencia es el camino.

Para muchos el conseguir la óptima relación entre perro y gato, bien se tendría que poder convalidar sin problemas por créditos en alguna carrera universitaria. Sin embargo si conocemos estos pequeños trucos de presentarse entre ellos y otros como el nunca fomentar el nerviosismo entre ellos que pudiera excitarlos y estropearlo todo, ocultando o no fomentando su instinto más primario de caza a todo lo que se mueve a su alrededor, nos ayudaran para conseguir un hogar armonioso de lo más envidiable, donde el sentido común es nuestro compañero de viaje para lidiar con esta y otras situaciones de nuestra vida.