Cambio de la conducta del Gato de Angora después del verano



Por todos los propietarios de mascotas es muy bien conocido, que después de los cambios bruscos de temperaturas y especialmente en los cambios de estación, los animales sufren una alteración de sus conducta que muchas veces, dan lugar a diferentes cambios tanto externos como internos, siendo estos últimos a los que hay que prestar una mayor atención, ya que puede ser el origen de posibles futuros problemas que pueden padecer nuestras mascotas.

Dentro de nuestros pequeños amigos que conviven con nosotros , los gatos, por su condición de pasar más tiempo en el interior de nuestras casas, perciben especialmente los cambios estacionales, incluso sin apenas pisar la calle. Son más propensos a sufrir cambios en la conducta y en su estado de ánimo, ya que al necesitar una mayor temperatura que otros animales como los perros, al cambiar de los meses de verano a los de otoño, se puede observar como empiezan a aparecer los principales cambios.

Por ejemplo, una de las primeras cosas que podemos llegar a notar, es que el pelaje sedoso que ha tenido durante los meses de verano, empieza a mudar y a aclimatarse para el otoño, ya que percibe que va a necesitar adaptar su cuerpo a temperaturas más bajas y por lo tanto su pelo debe estar al cien por cien para garantizar que podrá conservar el calor adecuadamente durante los largos meses de otoño y de invierno en los que hay también menos luz por lo general.

Además de eses aspecto exterior, tenemos que tener en cuenta que durante estos meses, no solamente las personas padecen de bajadas de ánimo y ciertas leves depresiones. Lo gatos, especialmente aquellos que viven dentro de las casas, adaptan su ritmo diario para comenzar a reducir su actividad diaria. Si durante el verano, pudimos verlo jugar con nosotros y verlo más animado durante todo el día, es durante estos próximos meses, cuando reducirá notoriamente su actividad, pasando mayor tiempo durmiendo y ahorrando energía y por lo tanto calor.

No solamente debemos atender a estos cambios, si no también tenemos que adoptar una posición preventiva ante posibles estados que puedan acarrear más problemas. Estamos hablando de los estados de ánimo que pueden dar a lugar a que se inicie una leve depresión que pueda influir en la caía del pelo de nuestro gato o a una disminución en la ingesta de alimentos, siendo por lo tanto vital estar pendiente y al día de los posibles cambios, sabiendo como actuar y conociendo aspectos generales de nuestro gato que nos ayudará a conocer su carácter y su modo de vida habitual, tal como podemos observar en este sitio: